30 marzo, 2011

5 segundos más

Hasta hace escasos minutos te tenía tan cerca. La brisa, todo nos inundaba a ambos. Eran más de un millón de sentimientos unidos, que nos hacían sentir increíbles. Luego de más de veinte minutos de sentir que nunca nos acercaríamos, de decir incoherencias. De dar mil vueltas en una penumbra que solo nos llevaría a una cosa.
Finalmente pude sentir lo que venía esperando hacía tiempo. Estábamos jugando como dos niños con nuestras manos, y cada toque era eterno e increíble. Me sentía tan feliz, cada vez que te miraba y nuestros ojos intercambiaban un sinfín de palabras. Sonreía como un estúpido que tenía ante sus ojos a la persona que había esperado por años, algún día poder tener así. Y seguíamos jugando, cada vez estábamos más cerca. Éramos dos mentes vacías y dos corazones palpitando más fuerte que una manada de toros.
Cada vez más cerca me di cuenta de que se había terminado, ya no éramos dos amigos que estaban jugando a ser imbéciles, y desperdiciar cada neurona en algún intercambio carente de sentido. Habían pasado dos segundos y ya nuestros labios habían encontrado algo mejor que las palabras.
Si un ovni hubiera pasado, nos habría identificado como dos cuerpos tirados en un suelo. Para nosotros, era mucho más.
Una hora después, estábamos ambos, intentando separarnos por el tiempo, pero no podíamos parar. Era todo demasiado incontrolable y vicioso. Caminábamos por las calles, buscando un árbol en el que parar y volver a sentirnos. Nuestros relojes decían que debíamos volver, pero algo nos indicaba, que quedarnos allí, era una mejor idea. Eramos las dos personas más felices en el mundo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario